Camino de integración mamayacim
Mamayacim, una joven costurera de veinticinco (25) años, es una figura bastante popular entre los antiguos alumnos del centro de formación e integración profesional de Cáritas. Ella, de hecho, tuvo la oportunidad de aparecer en un documental sobre el centro de formación emitido en el canal “Sahara +” (y del que nos muestra con orgullo un extracto), así como en otros medios de comunicación que la entrevistaron con motivo del Women's Jornada con el fin de mostrar el ejemplo de una mujer de éxito en Mauritania para motivar a las jóvenes a convertirse en emprendedoras.
También está muy presente en las redes sociales, en particular en Tiktok, plataforma en la que presenta sus creaciones y recibe sus pedidos. Fue después de haber fracasado dos veces en obtener el bachillerato que decidió acompañar a sus vecinas al Centro para obtener información y acabó matriculándose. Allí permanecerá dos años, entre 2019 y 2020, para aprender a coser. Durante la pandemia no se desanimó y compró una máquina de coser y estudió las técnicas de otras costureras en el mercado o en YouTube y las aprendió.
Ella explica que sin él, no estaría donde está hoy. Asimismo, ante la llegada del coronavirus a Mauritania, cosió mascarillas, en particular para el propio Centro de Formación, antes de empezar a comercializarlas por su cuenta. Fue su padre quien la empujó a abrir su propio taller antes de morir, dejándola huérfana. Cabe señalar que anteriormente perdió a su madre en 2010.
Mamayacim, por lo tanto, se aferra a su producción y a su ambición, en memoria de su padre, aunque sus hermanos y hermanas no la apoyan, no queriendo que trabaje. . Esta joven vivaz y llena de ideas dice ser la prueba viviente de que es posible tener éxito fuera de la escuela, incluso sin apoyo. Ella perseveró y ahora aconseja a sus amigos que abandonaron la escuela que sigan la formación ofrecida por Caritas. Incluso dice que parecía tan decidida que un hombre en el mercado le regaló una máquina de coser que era más eficiente que la suya. Sin embargo, Mamayacim se enfrenta a ciertas dificultades, ahora que la conocen.
Tiene muchos pedidos pero algunos le resultan imposibles de cumplir porque no tiene los medios para hacer avanzar el material. Por eso, naturalmente, quería ampliar su taller y adquirir máquinas de bordar nuevas y más sofisticadas.