Camino de integración: Medina
Dentro de su tienda es donde conocemos a Medina, de treinta (30) años, peluquera. En 2020, comenzó una formación en estética con Caritas que durará un año (nueve meses de formación y tres meses de prácticas) y durante la cual aprende a hacer trenzas, maquillar, realizar cuidados de pedicura y colocar uñas.
Ella cuenta que la estética es realmente su vocación, porque antes de que su padre, instructor de mecánica y hombre de seguridad en el centro de formación, la informara sobre las formaciones ofrecidas por Caritas, Medina dice que trenzaba a su sobrina para ocupar sus días. Al no haber superado el Brevet, fue con la ayuda de sus padres que pudo abrir su salón al finalizar su formación hace ocho meses.
Sin embargo, explica que solo ocasionalmente, durante las festividades, logra tener clientas. Es por eso que tiene como objetivo expandir su tienda y hacer colaboraciones con actividades relacionadas con lo que hace, como contratar a una mujer que haga henna para que las clientas puedan venir a hacer todos los preparativos de belleza para una boda en su tienda, por ejemplo.
Le gustaría crear un verdadero "complejo de belleza". No obstante, informa que se encuentra algo dificultada porque las mujeres ya no quieren pasar mucho tiempo haciendo trenzas como antes, prefieren usar pelucas y ahora dan prioridad al maquillaje.
Medina explica que le hubiera gustado recibir una formación más especializada en cuidados y maquillaje para poder satisfacer mejor la demanda actual.
Medina recurre a internet para hacer frente a sus deficiencias. Sin embargo, admite que gracias a Caritas, pudo fortalecer sus conocimientos y comenzar a ganar su propio dinero para satisfacer sus necesidades e invertir en velos que vende en su tienda.